Hoy quiero hablaros de un aspecto que considero clave para lograr que los equipos sean altamente productivos. La autonomía de cada uno de los miembros a la hora de trabajar.

En un equipo autónomo cada miembro tiene la responsabilidad y autoridad para tomar sus propias decisiones, sin la necesidad de estar continuamente esperando indicaciones de otros. A este tipo de equipos se les conoce como equipos autodirigidos.

Con esto no quiero decir que la toma de decisiones por consenso, o actividades colaborativas como el Pair Programming deban desaparecer de los equipos. Nada más lejos de la realidad, la autonomía debe complementar al trabajo colaborativo y las decisiones consensuadas.

¿Queréis saber cómo podemos impulsar la autonomía dentro del equipo? ¡Os animo a continuar leyendo!

El poder del empoderamiento

Seguramente os haya pasado que en alguna ocasión os hayáis encontrado bloqueados trabajando en algo, esperando la confirmación o la aprobación de alguien para poder continuar. Esto termina generando un desperdicio de tiempo que finalmente afecta negativamente a la productividad del equipo.

Estas situaciones son más comunes enorganizaciones jerárquicas, donde con mayor frecuencia es necesario recibir indicaciones de las personas que están por encima en la jerarquía a la hora de tomar decisiones. Aún así, esto también puede ocurrir en organizaciones planas, cuando los miembros no se sienten lo suficientemente empoderados para tomar una decisión concreta y acuden al resto del equipo para tomarla en consenso.

Un equipo formado por personas empoderadas fomenta la autonomía en el trabajo y por tanto reduce los bloqueos creados por dependencias, mejorando notablemente la productividad.

Fist Raised
Clay Banks – Unsplash

Los requisitos del empoderamiento

El empoderamiento en los equipos no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Si bien los beneficios pueden resultar obvios, y a simple vista puede parecer sencillo aplicarlo, han de tenerse en cuenta ciertos requisitos que explico a continuación.

La cultura organizacional

Es necesario que la cultura de la organización promueva y facilite el empoderamiento de los miembros así como entornos de confianza donde la autonomía pueda evolucionar de forma sana.

Las competencias y habilidades

Empoderar a personas en actividades que no son capaces de realizar con soltura por desconocimiento puede ser contraproducente. Es más probable que se generen bloqueos derivados de la falta de experiencia, además de que el rendimiento será peor y la probabilidad de fallos aumentará.

La motivación

Todos sabemos que cuando estamos más motivados trabajamos con mayor esfuerzo y dedicación, por lo que es importante empoderar a las personas en las actividades que más las motiven, aunque no siempre dispongan de todo el conocimiento necesario para llevarlas a cabo. Esto se puede ver como una inversión a futuro, ya que aunque al principio puedan generarse bloqueos y dependencias debido a la falta de experiencia, estos cada vez serán menores, a medida que la persona vaya ganando autonomía. Para ello es importante contar con la figura de un maestro, que esté a disposición del aprendiz y que sirva de guía durante su aprendizaje. De esta forma no sólo impulsaremos la autonomía sino también el crecimiento de las personas dentro de la organización. 

El alineamiento común

Se debe velar por que todas las decisiones tomadas estén alineadas con los valores y objetivos de la organización.

Los riesgos

Es importante valorar los posibles riesgos de cada decisión antes de tomarla y levantar la mano cuando sea necesaria una revisión o una decisión consensuada con el resto del equipo. Como ya he comentado, la autonomía no debe sustituir a la colaboración. Es natural que existan asuntos que deban ser tratados en conjunto.

La responsabilidad compartida

Por último, y relacionado con la confianza necesaria para que todo esto funcione, no se debe culpar a ninguna persona por los errores derivados de sus decisiones. Cada error es una oportunidad de aprender y mejorar y es el equipo en su conjunto quién es responsable de identificarlos y minimizar el impacto de los mismos.

Para terminar…

Desde mi punto de vista, la autonomía es un aspecto necesario para impulsar la productividad de los equipos, siempre y cuando se mantenga la colaboración y comunicación.

Me encantaría saber qué opináis sobre este tema y os animo a reflexionar sobre ello. Podéis escribir en la sección de comentarios vuestras opiniones o experiencias. ¡Estaré encantado de leerlas!